La enfermedad de Crohn es un trastorno autoinmune crónico que afecta todo el tracto gastrointestinal (GI) de una persona. Debido a que es una afección inflamatoria, también puede causar problemas graves en otras áreas del cuerpo.

Enfermedad inflamatoria intestinal

La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) representa un grupo de trastornos intestinales que causan inflamación del tracto digestivo. Las más notables de estas afecciones incluyen colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn. En España más de 200.000, personas tienen EII, y se detectan aproximadamente 8.000 casos nuevos cada año.

La diferencia clave entre los dos es que la colitis ulcerosa solo afecta al colon, mientras que la enfermedad de Crohn afecta todo el tracto digestivo, desde la boca hasta el ano, dejando a las personas con Crohn susceptibles de enfrentar complicaciones físicas y emocionales mucho más diversas.

Sistemas comunes

Los síntomas comunes de la enfermedad de Crohn son las complicaciones digestivas, el dolor abdominal y la pérdida de peso. En casos severos, la enfermedad puede ser potencialmente mortal. Las personas con enfermedad de Crohn suelen tener brotes de actividad de la enfermedad seguidos de un período de remisión. Las remisiones pueden ser cortas o durar muchos años.

No existe una cura para la enfermedad de Crohn, pero existen varios ajustes y tratamientos de estilo de vida que pueden mejorar la calidad de vida y aumentar las posibilidades de una remisión más prolongada.

Sistema digestivo

Crohn afecta principalmente el tracto digestivo. El área más común de actividad de la enfermedad involucra la parte inferior del intestino delgado (íleon). La inflamación también puede afectar otras partes del intestino, causando hinchazón y engrosamiento. Finalmente, el tejido grueso de la cicatriz puede estrechar el paso o bloquear el intestino por completo. Si eso sucede, es posible que se necesite una cirugía para extirpar parte del intestino.

Las úlceras también pueden desarrollarse en cualquier parte del tracto digestivo, incluso en las profundidades de la pared intestinal.

Las fístulas, o conductos anormales, pueden abrirse entre una parte del intestino y otra, o entre el intestino y la vejiga, el ano, la vagina o la piel. Esto puede permitir que los contenidos intestinales pasen por alto parte de tus intestinos. Puede conducir a una mala absorción de nutrientes. Las fístulas que conducen a la piel pueden permitir que el drenaje intestinal se acumule en tu piel.

Alrededor del 30 por ciento de las personas con enfermedad de Crohn desarrollan fístulas. Las fístulas aumentan los riesgos de infección y absceso.

Las personas con enfermedad de Crohn también pueden desarrollar fisuras anales o pequeñas lágrimas en el revestimiento del canal anal. Las fisuras pueden causar agrietamiento, sangrado, dolor y picazón.

La diarrea crónica, combinada con una absorción deficiente de nutrientes, puede conducir a deficiencias de vitaminas y desnutrición.

La enfermedad de Crohn aumenta el riesgo de desarrollar cálculos renales, cálculos biliares, fiebre y enfermedades hepáticas. Los brotes pueden causar úlceras bucales en la boca, que tienden a desaparecer junto con los síntomas gastrointestinales.

Las personas con enfermedad de Crohn también corren un mayor riesgo de desarrollar cáncer de colon.

Salud mental y emocional

El cuerpo y la mente son inseparables, y los síntomas de Crohn pueden provocar dificultades emocionales. Si bien la causa principal de Crohn no es emocional, los brotes pueden ocurrir en tiempos que son más desafiantes emocionalmente. Hacer frente a una enfermedad crónica grave ya es difícil, por lo que es importante controlar el estrés y los niveles emocionales.

Sistema cardiovascular

La mala absorción de hierro puede causar anemia. Si no se trata, la anemia por deficiencia de hierro puede provocar problemas cardíacos, como latidos cardíacos rápidos o irregulares. Con el tiempo, puede desarrollar un corazón agrandado o insuficiencia cardíaca. Durante el embarazo, la deficiencia de hierro se asocia con el nacimiento prematuro y bajo peso al nacer. En los niños, la anemia puede retrasar el crecimiento y el desarrollo.

Tener IBD triplica el riesgo de desarrollar un coágulo de sangre en una vena profunda (trombosis venosa profunda) o un coágulo que bloquea una arteria pulmonar (embolia pulmonar). Este riesgo puede ser aún mayor cuando estás hospitalizado.

Los corticosteroides, que pueden usarse para tratar la enfermedad de Crohn, pueden aumentar el riesgo de desarrollar presión arterial alta. Los inmunomoduladores y las terapias biológicas a veces se usan para tratar la enfermedad de Crohn. El uso de estos medicamentos inmunosupresores puede aumentar el riesgo de linfoma, un tipo de cáncer en la sangre.

Sistema esquelético

La enfermedad de Crohn generalmente no debilita los huesos, pero los pacientes pueden tener problemas relacionados, con o sin inflamación.

Alrededor del 10 al 20 por ciento de las personas con EII experimenta artralgia. Estos dolores en las articulaciones no implican inflamación o daño a la articulación. Alrededor del 30 por ciento de las personas con EII se ven afectadas por la artritis. Este tipo de dolor en las articulaciones es causado por la inflamación. La artritis puede conducir a una flexibilidad reducida y daño articular permanente.

Es posible que los médicos no puedan saber al principio si tu artritis está relacionada con la enfermedad de Crohn. Cuando lo es, los síntomas generalmente mejoran cuando lo hacen los síntomas intestinales. Si el tratamiento de tu enfermedad de Crohn involucra corticosteroides, puedes tener un mayor riesgo de fracturas óseas, dolor e hinchazón en las articulaciones y osteoporosis.

Ojos (sistema nervioso central)

Alrededor del 10 por ciento de las personas con EII tienen problemas en los ojos. El más común de estos es la inflamación de la úvea (uveítis), que es la capa media de la pared del ojo. Esto puede causar:

  • dolor
  • sensibilidad a la luz
  • visión borrosa
  • rojez

Los síntomas generalmente mejoran cuando Crohn está bajo control.

Piel (sistema integumentario)

Las personas con enfermedad de Crohn tienen un riesgo ligeramente mayor de desarrollar eritema nodoso o pioderma gangrenoso en los tobillos, las espinillas o los brazos.

Erhthema nodosum (eritema nodoso) es cuando aparecen protuberancias rojas en la piel. Pioderma gangrenoso es cuando se desarrolla pus y ulceraciones profundas en la piel. Ambos tienden a desaparecer junto con otros síntomas de un brote de Crohn.

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